La lana es una fibra natural que se obtiene del pelaje de ciertos animales, principalmente ovejas. Se caracteriza por ser cálida, suave y elástica, lo que la hace ideal para confeccionar prendas de abrigo, accesorios y tejidos para el hogar.

Dependiendo del animal del que se extraiga, la lana puede variar en textura, grosor y suavidad. Por ejemplo, la lana merino es muy suave y ligera, mientras que la lana de alpaca es más cálida y resistente.

El proceso para obtener lana comienza con la esquila, donde se corta el pelaje del animal, seguido del lavado, hilado y teñido de la fibra para transformarla en hilos aptos para tejer o confeccionar.

Además de ser un material natural y biodegradable, la lana tiene propiedades únicas: es transpirable, regula la temperatura corporal y es resistente a las arrugas y olores. Por eso, es una de las fibras más valoradas en el mundo del tejido.

Hablar de todos los tipos de lana nos da para un libro, pero como gran resumen podemos decir que existen varios tipos de lana, que se clasifican principalmente según el origen de la fibra. Los más comunes son:

1. Lanas de origen animal

• Lana Merino: Proviene de ovejas Merino. Es muy suave, ligera y cálida.
• Lana de Alpaca: De la alpaca andina, es más cálida y ligera que la lana de oveja. No produce alergias porque no contiene lanolina.
• Lana Mohair: Proviene de la cabra de Angora. Es brillante, suave y con caída elegante.
• Lana de Cachemira (Cashmere): De la cabra de Cachemira. Extremadamente suave, ligera y cálida.

2. Lanas de origen vegetal

• Algodón: Aunque no es lana, se usa en tejidos por ser suave y transpirable.
• Lino: Fibra vegetal resistente y fresca, ideal para climas cálidos.

3. Lanas sintéticas y mezclas

• Acrílico: Imitación de la lana natural, ligera y fácil de cuidar.
• Poliéster: Resistente y económica, suele mezclarse con fibras naturales.
• Mezclas: Combinaciones de fibras naturales y sintéticas para mejorar resistencia, suavidad o elasticidad.

Cada tipo de lana tiene características únicas que se adaptan a distintos proyectos de tejido según el acabado, la suavidad o la calidez que se busque.

El precio de las lanas para tejer varía según la calidad, el tipo de fibra y la marca. Los ovillos de lana acrílica o mezclas básicas suelen costar entre 3 € y 5 € por ovillo de 100 gramos, ideales para proyectos económicos. Las lanas de fibras naturales, como la lana merino, alpaca o cashmere, tienen precios más elevados, que pueden oscilar entre 5 € y 20 € por ovillo, dependiendo de la exclusividad y el grosor.

En Lanas Maite ofrecemos una amplia variedad de lanas de alta calidad adaptadas a todos los presupuestos, desde opciones económicas hasta lanas premium para proyectos más delicados. Además, contamos con promociones y descuentos especiales para que puedas tejer con las mejores fibras al mejor precio.

El envío a domicilio de nuestras lanas es rápido, seguro y sencillo. Una vez realizas tu pedido, lo preparamos con el máximo cuidado para proteger la calidad de los productos. Trabajamos con empresas de mensajería de confianza para asegurar entregas puntuales. Los tiempos de entrega suelen ser de 24 a 72 horas hábiles, dependiendo de la zona de envío. Además, recibirás un detalle por confiar en nosotras. Si tu compra supera un importe mínimo, ¡el envío es gratuito!

Bajo nuestra experiencia y como tejedoras te decimos que para identificar si una lana es de buena calidad, puedes fijarte en los siguientes aspectos:

1. Suavidad al tacto: La lana de calidad es suave y agradable al contacto con la piel, sin sensación áspera ni picor.
2. Fibra uniforme: Las hebras deben ser uniformes, sin irregularidades, nudos ni pelusas excesivas.
3. Elasticidad y resistencia: Al estirarla suavemente, debe recuperar su forma sin romperse ni deformarse.
4. Composición: Revisa la etiqueta. Las lanas puras o mezclas con fibras naturales suelen ser de mejor calidad que las sintéticas.
5. Acabado y color: Los tintes deben ser uniformes y no desteñir al frotar.
6. Procedencia: Las lanas de reconocidas regiones productoras (como merino, alpaca o cashmere) suelen garantizar alta calidad.

Elegir una lana de buena calidad asegura que tus tejidos sean duraderos, cómodos y con un acabado impecable.